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Los autores definen cuatro tipos de atención que, además, vienen de forma jerárquica. Es decir, lo ideal en rehabilitación es comenzar a trabajar primero la atención sostenida, luego la selectiva, la alternante y, finalmente, la dividida.

La atención es una función muy básica y probablemente si un paciente tiene problemas de atención, probablemente también va a tener problemas de memoria o en otras funciones.

La gran mayoría de las pruebas neuropsicológicas están basadas en tiempo. Pacientes con problemas de atención obtienen puntuaciones muy bajas en este tipo de pruebas.

Cuando se trabaja con rehabilitación y con pacientes lo que se debe mirar es cómo los problemas de atención afectan las actividades del día a día de los pacientes, y eso es lo que hay que rehabilitar.

Muchos de los programas de rehabilitación de la atención son muy monótonos. Un paciente se distraerá más fácilmente en una tarea monótona que en otras actividades que puedan ser más gratificantes.