Este modelo en forma de “Y” refleja cómo era la persona antes de la lesión, qué persona es ahora y lo que se intenta hacer es intentar reducir la divergencia (entre lo que era antes y lo que es ahora) para encontrar un nuevo yo.

Las personas que vemos en el Centro Oliver Zangwill, normalmente vienen un año después de su lesión. Han tenido una rehabilitación temprana, han regresado a su hogar, han intentado volver a trabajar pero no lo han logrado. Este es el paciente típico. Al no lograrlo, vienen a nosotros para participar de esta rehabilitación intensiva y holística de cuatro meses.

Muchos pacientes quieren volver al trabajo, pero habrán algunos que no podrán hacerlo,. En ese caso, debemos pensar en alternativas al trabajo. Por ejemplo, ser voluntario en asociaciones benéficas o trabajar pocas horas en una empresa familiar.

Algunos de nuestros pacientes son adultos pero tuvieron su lesión cerebral cuando eran niños. Vienen al cabo de los 20-25 años de la lesión. Aún así, todavía pueden beneficiarse de la rehabilitación. Nunca es demasiado tarde para alcanzar mejoras en su vida diaria.

Se promueve una comprensión de lo que les ha pasado. Por ejemplo, puedo recordar o leer ir igual de bien que lo hacía antes, pero aunque no pueda hacer estas cosas puedo seguir llevando una vida que sea productiva.